OAXACA, Oax., septiembre 9.- El color rojo y la imagen del cangrejo se han convertido en una constante en la obra reciente de Saúl Castro.

De una manera inconsciente, dice, fue incorporando ambos elementos a su pintura a principios de este año. Después de un tiempo, estudiando al crustáceo, cayó en la cuenta de que estaba viviendo, por así decirlo, su propio cambio de caparazón.

“El cangrejo llega a una etapa de su vida en que se despoja de su caparazón y queda totalmente expuesto al medio ambiente, entonces crece y su nuevo caparazón es más grande. Algo similar le pasa al ser humano; yo creo que estoy en esa etapa, tratando de madurar mi trabajo”, comenta el creador.

Saúl Castro, originario y habitante del centro histórico de esta ciudad, donde vive, se reproduce y crea, inauguró el viernes 4 de septiembre su exposición Encuentros Paralelos, en la galería Arte de Oaxaca.

Es una muestra de su trabajo reciente donde se aprecian elementos que han sido constantes en su obra, como aves, manzanas, mujeres. Ahora suma a sus lienzos especies marinas: peces, hipocampos y especialmente cangrejos.

“No me gusta pintar lo mismo, siempre voy haciendo variaciones; cada ocho, nueve años, cambio mi estilo. Al principio fui muy figurativo y tradicional, después minimalista, y más tarde abstracto.

“Esta exposición es una combinación de los tres por eso el nombre de Encuentros Paralelos, porque estoy recuperando elementos pasados pero con más madurez, nuevos colores y una técnica de mayor calidad”.

¿Y qué viene? ¿Qué sigue?

–No lo sé, eso depende de lo que me vaya sucediendo en la vida; yo no voy planeando cómo voy a pintar. No sé hacia dónde voy, sólo sé que cada acontecimiento de mi vida se refleja en mis cuadros, en los colores, en la forma de pintar.

Si un día me despierto contento pongo amarillo, o morado, o rojo, todo depende de las sensaciones del cada día.

Tengo series que son monocromáticas en rojo, azul o blanco; en otras retomo la policromía para manejar otros detalles que me gustan; últimamente me enfoco más en el color, a veces la forma es sólo un pretexto para aplicar un determinado color.

Saúl Castro se asume como un pintor emocional y dice que su vida cotidiana está tan vinculada a su arte que no puede establecer si los acontecimientos de la vida afectan su pintura o si la pintura es la que afecta su vida personal.

Saúl Castro se formó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Su obra ha sido expuesta en galerías y museos tanto de Oaxaca como de otras ciudades de México y el extranjero.

Junto con otros artistas oaxaqueños, Saúl Castro participó en abril pasado en una exposición homenaje a unos de sus maestros, el pintor japonés radicado en Oaxaca, Sinzaburo Takeda, en el museo Taro Okamoto, en Japón.