OAXACA, OAX., octubre 9.- En un acto sin precedente, miles de feligreses católicos se reunieron la mañana de este domingo en el centro de la capital oaxaqueña para recibir y venerar las reliquias del beato Juan Pablo II, que llegaron a la Catedral Metropolitana.

Desde las 09:00 de la mañana, miles de hombres, mujeres y niños procedentes de las ocho regiones del Estado se concentraron en el atrio del templo de Catedral para ingresar y ver de cerca la figura de cera y el recipiente con sangre de quien fuera el máximo representante de la Iglesia católica en el mundo.

Las reliquias del Papa polaco llegaron poco después de las 12:00 horas de este domingo, casi en punto de la hora programada.

En su afán de tocar la camioneta que trasladaba el cuerpo de Karol Wojtyla, los feligreses impedían el avance de la caravana que era escoltada por una patrulla de la Policía Federal (PF) y seguida por policías estatales y del Instituto Estatal de Protección Civil (IEPC).

Luego de su arribo a la Catedral Metropolitana, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, ofreció una misa de bienvenida.

Afuera, miles de fieles católicos comenzaron a formar grandes filas para poder tocar la vitrina del Beato Juan Pablo II.

Sin embargo, no todo fue fiesta y alegría debido a que un grupo de unos 20 cristianos (contrarios a la religión católica) se manifestaron en la esquina de las calles Independencia y García Vigil, frente a la Catedral Metropolitana, en repudio por la presencia de las reliquias del Papa muerto.

“Son un engaño a la fe católica, porque un representante de la Iglesia o la sangre de un hombre no puede salvar a la humanidad y no tiene por qué ser adorada”, declaró una mujer cristiana que se defendía de la agresión verbal de un grupo de féminas católicas, que amenazaban con despojar a sus detractoras de las mantas de protesta que llevaban consigo.

Los representantes de la Iglesia católica se reservaron sus comentarios y sólo manifestaron que las reliquias de Juan Pablo II recorren el mundo para pedir paz.

Desde 1979, cuando pisó por primera vez suelo oaxaqueño, el extinto papa Juan Pablo II no había regresado, sino hasta hoy, en una figura de cera y un vaso con sangre.

Sus reliquias permanecieron en la Catedral Metropolitana de Oaxaca hasta las 05:00 de la mañana de este lunes 10 de octubre.

Antes de partir rumbo a Huautla de Jiménez, en la región de la Cañada, miles de feligreses formaron filas alrededor del Zócalo capitalino para mirar los restos del Papa Beato.