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La primera nota sobre la celebración del Lunes del Cerro data de 1910

OAXACA, OAX., agosto 14.- En el diario “El Correo del Sur” del martes 26 de julio de 1910 consta en el artículo titulado “Lunes del Cerro”, en una columna nombrada “Tradiciones oaxaqueñas”, la primera referencia puntual de que se tiene conocimiento hasta ahora sobre la celebración de la que hoy es conocida mundialmente como la Guelaguetza.

La nota no está firmada, se encuentra casi completa en la página 3, en el ángulo superior derecho, ocupando prácticamente toda la página, lo cual implica que se le consideró como una noticia importante. Concluye con un par de párrafos pequeños en la siguiente página.

Con esta nota puede comprobarse que la tradicional fiesta que se celebra en julio de cada año en Oaxaca tiene por lo menos 92 años, dado que el artículo publicado expresa que esta celebración ya se llevaba a cabo precisamente como una “tradición” en 1910, por lo que debe haberse realizado sistemáticamente desde mucho antes.

La noticia describe puntualmente los detalles de la leyenda precolombina que dio origen a las festividades en el Cerro del Fortín (denominado en el articulo también como “Cerro de la Fortaleza”), y como ésta se cristianizó a la llegada de los españoles pretendiendo eliminar el recuerdo que se hacía de la Diosa Centeotl , por lo que los primeros evangelizadores instalaron la celebración del Triunfo de la Santa Cruz el mismo día, festividad que luego cambio por el culto de la Virgen del Carmen.

Explican textualmente:

“En la época de la dominación española las fiestas en el Cerro del Fortín ya no se verificaron en los días señalados del calendario. Tuvieron que ser movibles, pues es bien sabido, que desde entonces, cuando el día 16 de Julio no cae en Domingo, la función á la virgen del Carmen se transfiere para el próximo, y la fiesta tradicional es el lunes siguiente, y se repite á los ocho días.

En ese tiempo tuvieron un carácter religioso: todos los creyentes tenían que llevar azucenas, nardos, dalias y demás flores cultivadas en sus jardines al templo referido donde se utilizaban para la calenda y ornato de los altares. Todos los fieles concurrían á la plática religiosa y de ahí salían juntamente para el Cerro con los tradicionales gigantes que fueron introducidos por el Sr. Obispo D. Tomás Montaño Aarón.”

“Hoy los descendientes de aquellos bravos mexicas y todas las clases sociales siguiendo la antiquisísima costumbre concurren entusiasmados á contemplar el bello panorama que ofrece la histórica Ciudad o á disfrutar de sus exquisitos “tamalli” ó de las deliciosas y fragantes flores que en aquel tiempo se depositaran en los altares de la Diosa Centeotl: al caer la tarde desciende la multitud entusiasta y bulliciosa sin pensar en lo que hacían nuestros antecesores.”

El Director de la Hemeroteca Pública de Oaxaca “Néstor Sánchez Hernández”, Julián José Flores Arroyo, manifestó su beneplácito del encuentro de esta información localizada accidentalmente cuando se realizaba la búsqueda para una investigación documental de la Dirección General de Divulgación del Ciencia de la UNAM, que realiza la Mtra. Libia E. Barajas Mariscal para localizar noticias científicas publicadas en los diarios dirigidos por Marcelino E. Muciño, ilustre periodista y editor oaxaqueño que también dirigió medios como “Mercurio” y la revista “Oaxaca en México”, que también se resguardan en este hemeroteca.

Curiosamente la nota “Lunes del Cerro” aparece en el número 168, del cuarto año de edición de “El Correo del Sur”, donde figura como el Director Ranulfo Bravo. El único archivo que se conserva de este diario contiene un buen número de los que fueron publicados por Marcelino E. Muciño quien fuera su director y administrador, aún no se sabe por qué cambió el director. El diario mide 27 por 36.5 centímetros, aproximadamente lo que se denomina tamaño tabloide.

De acuerdo a la información que se desprende de las primeras pesquisas en esta publicación oaxaqueña, que se anunciaba como única en su tipo a principios de 1910 (según sus primeros números de enero de ese año), este era un diario muy novedoso para la época ya que no sólo consignaba las noticias locales relevantes para la ciudadanía de la capital de Oaxaca, sino que contemplaba información de otros puntos del Estado, así como nacional e internacional.

En el día que se publicó el artículo “Lunes del Cerro”, en la primera plana se informa sobre un derrumbe en Torreón, Coahuila; asimismo se da cuenta de las primeras pruebas del Monoplano Bleriot de la Fábrica de Cigarros “El Buen Tono”, en la Ciudad de México.

De la revisión de muchos otros días destaca el seguimiento que hicieron del Cometa Halley, mucho antes de que fuera visible en 1910, así como su marcado interés por dar cuenta de noticias culturales y tradicionales de Oaxaca, como las fiestas de Jalatlaco, la Feria de Tlacolula y de Miahuatlán, entre muchas otros contenidos relevantes.

El Director de la Hemeroteca Pública de Oaxaca “Néstor Sánchez Hernández”, Julián José Flores Arroyo, subrayó la importancia del resguardo de este tipo de acervos, así como la adecuada actualización que se requiere utilizando las nuevas tecnologías para que este tipo de valiosos materiales sean debidamente digitalizados dado que son de muy frágil manipulación.

Además ello proyectaría la presencia cultural de Oaxaca y abriría la oportunidad de que no sólo investigadores que se trasladen hasta esta ciudad, como la Mtra. Libia E. Barajas de la UNAM, realicen importantes hallazgos que enorgullezcan a los oaxaqueños al reconocer su notable trayectoria histórica en medios aún hoy tan poco estudiados como sus publicaciones periódicas.

*(Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México)

 

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