El título de esta opinión fue parte del mensaje que Heliodorio Díaz Escarraga dio el pasado sábado 18 de agosto de 2012 al entregar un kilómetro de pavimentación hidráulico en una comunidad de la sierra sur oaxaqueña, Zaragoza Itundujia, mismo que absorbió poco mas de 5 millones 900 mil pesos. Los recursos a decir del dos veces diputado federal y que le faltan unos 8 días para dejar su curul en el Congreso de la Unión, fueron gestionados ante el FIDEN y la obra fue ejecutada por el Ayuntamiento del municipio, un gobierno de corte perredista.
Ha sido dos veces diputado federal por el distrito 6, primero de 2003-2006 y luego de 2009-2012 y se asume como el gestor de la mixteca y sierra sur, cuando a decir de sus críticos no es siquiera de la región y su actuar se basa en el protagonismo, pues en banderazos de inicio o entregas de obra carretera siempre está ahí, van dos ejemplos: a principios de 2010 previo cuando Irma Piñeryro iba dar el banderazo de salida para el inicio de una pavimentación de San Miguel el Grande a Cañada Morelos, Chalcatongo en la mixteca, se apresuro y Heliodoro lo hizo antes e Irma después. Otro caso similar fue un tramo carretero en Asunción Atoyaquillo, Putla en la sierra sur. En su visita reciente en la zona sostuvo que de los 940 millones de pesos para los tramos carreteros de Oaxaca, 427 fueron destinados en la mixteca.
Cuando se dirige ante su público sostiene que realiza gestiones públicos y otros para cumplir “los compromisos”. Pero sobretodo llama a la “unidad”, si la población vota por otro partido –no está unida-, a decir del aún diputado priista el pasado 1° de julio se perdió el ritmo para no decir, perdimos en Oaxaca, y llama a recomponer ese entramado priista en nuestro estado. Si cumplir esos compromisos implica echar abajo las gestiones de presidentes municipales que no son de su partido sin empacho lo hace. Recuerdo muy bien un hecho del que describo.
En mi época universitaria, era marzo de 2004 cuando acompañe a quien fuera en ese entonces presidente municipal de Santa Cruz Itundujia, Romualdo García López, en mi carácter de representante de una organización de residentes en la ciudad de México fuimos a la recién cambiada Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Xóchitl Gálvez, quien fuera en ese entonces directora de dicha institución le dijo a mi acompañado: ¡felicidades presidente! -Acaban de autorizarle la pavimentación de la carretera a su municipio-, en unos segundos el concejal se puso feliz, pero prosiguió Gálvez, le autorizaron cerca de 20 kilómetros de Amate Colorado a Zaragoza Itundujia, en ese momento el ahora ex presidente se quito la gorra y la azoto al piso, pues Heliodoro cambio la pavimentación que sería de Aldama Chalcatongo a la cabecera de Itundujia por el de Amate a Zaragoza, una carretera que si bien lo requería –o lo sigue requiriendo- no era la gestionada por el presidente en esas fechas. Han pasado 8 años, ambas rutas siguen sin pavimento.
El lector se preguntará, ¿no que se desvió únicamente? El mismo Díaz Escarraga con el rostro endurecido, pero sin un poco de autocrítica, dijo el sábado 18, “el camino está muy fregado, pensaba hacer 2 horas de Putla hasta aquí, pero me hice más de 3”, en referencia al camino carretero que debería estar pavimentado, cargando de culpa a las autoridades municipales de la condición del camino.
Nadie hasta ahora se atrevió, espetarle ¡Esa es la carretera que mandaste construir Heliodoro! Como estos, ¿cuántos casos hay en nuestro estado? Seguramente muchos, varias constructoras hacen negocios y procuran hacer de los caminos en infraestructura desechable para que vuelvan a tener trabajo, porque no hay una sociedad exigente, que vigile, que sancione para que políticos como el que menciono no desvíen recursos donde no se priorizaron con la ciudadanía, o donde las constructoras aparte de saquear y no pagar los recursos naturales locales, hacen de los caminos no en infraestructuras de calidad, sino nichos de oportunidad para mantenerse y perpetuarse beneficiándose de los recursos públicos.
Muy optimista de que el gobierno federal la tendrá el PRI, y que será parte del equipo de Peña Nieto a pesar del desastre electoral en Oaxaca, pues él fue coordinador de campaña del mexiquense, varios recordaran cuando los medios registraron lo que Peña le dijo en Guelatao, ¿Dónde chingaos esta la gente Heliodoro? Aunque reconoció que no habrá mayoría priista en el Congreso y además que en Oaxaca solo llevan un diputado y un senador, fue irónico al decir que los que están llegando apenas si están viendo donde sentarse, en referencia al desconocimiento e inexperiencia de los diputados electos.
Quedaron con esa comunidad y el municipio compromisos para avanzar las dos rutas que antes he mencionado para que permitan conectar con la costa, una que vaya de Tlaxiaco y la otra de Putla en dirección a Jamiltepec.
El político acompañado por autoridades municipales, locales y ejidales del lugar, de La Victoria Itundujia, Rio de las Peñas, Zimatlán, Buenavista Ixtayutla, San Miguel Reyes y otras localidades, fue categórico al decir que perdieron el ritmo, en forma de reclamo y exhortó a unirse en referencia a volver a votar por el PRI. Sin duda se requiere de unidad, pero no porque se perdió el ritmo, sino porque se han hecho mal las cosas.
Debemos sembrar las bases para el desarrollo microregional-integral de una manera equilibrada y con la vista en el mediano y largo plazos, por el bien de las comunidades y de las personas debemos trabajar para construir un corredor económico, ecoturístico, educativo y productivo sin demagogia ni charlatanería.
