OAXACA, OAX., octubre 25.- Un 25 por ciento de las niñas y adolescentes que se han desempeñado como jornaleras agrícolas en 23 cañaverales ubicados en el Estado de Oaxaca tienen uno o más hijos, algunas de ellas como consecuencia del abuso sexual y otras víctimas del delito de estupro.

Así lo revela el estudio “Migración de supervivencia; trampa de la pobreza (2011)”, elaborado por investigadores de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).

Las condiciones de hacinamiento en las que viven durante la zafra las hace vulnerables a este tipo de violencia que ejercen sobre ella los trabajadores y el propio padre de familia, alertan.

Ana Luz Ramos Soto, investigadora de la UABJO, precisó que los migrantes que se desempeñan como jornaleros en el corte de la caña en Tuxtepec son originarios de todas partes del Estado, pero principalmente de las regiones Mixteca y Cañada.

“Oaxaca presenta una migración interna muy intensa”, recordó.

El estudio también identificó un alto índice de migración de la madre y el padre de familia en los municipios de Eloxochitlán de Flores Magón, Santa Cruz Zacatepec y San Antonio Nanahuatipan.

Ramos Soto precisó que comúnmente es la hija mayor, quien rebasa los 15 años, la que se queda como proveedora y protectora de los hermanos, pero al poco tiempo se convierte en madre, principalmente producto de una violación.

Las personas emigran de los municipios marginados del Estado de Oaxaca en busca de mejores condiciones de vida; sacan a sus hijos de la escuela para irse al corte de caña.

Durante las entrevistas realizadas por los investigadores, las niñas refirieron que este delito fue cometido cuando salían al baño o cuando realizaban la entrega de los alimentos a los trabajadores.

A pesar de que en los cañaverales hay escuelas, los padres de familia no envían a los niños porque les es más conveniente utilizarlos para el trabajo, ya que por cada tonelada de caña de azúcar la familia obtiene 25 pesos y llegan a completar 3 ó 4 si incluyen a otro miembro de la familia.

Mientras que los niños son utilizados para el corte de caña, las niñas se quedan en casa al cuidado de los hermanos pequeños y realizan el reparto de la comida.

Ramos Soto precisó que fueron visitados 23 cañaverales en Oaxaca y ahí encontraron matrimonios pequeños y otros en donde el esposo es hasta diez años mayor que ellas.

En Yogana, población ubicada en el Valle Central oaxaqueño, el 15 por ciento de las adolescentes embarazadas refirieron haber sido abusadas por su propio padre.

Identificaron que en municipios como San Miguel Mixtepec y Santa María Apasco son los abuelos quienes se quedan a cargo de las niñas y niños cuando los padres emigran.

Y cuando hay crisis económica a quienes sacan de la escuela es las niñas.