OAXACA, OAX., noviembre 7.- Ubicada en el “Nudo mixteco”, ni el ahora Instituto Nacional de Adultos en Plenitud (Inaplen) sabe la cantidad de éstos que viven en la región triqui, dice el entrenador del equipo infantil de basquetbol que se volvió furor en México luego de su triunfo en el IV Festival Mundial de Mini-Baloncesto, efectuado en Argentina.
Es que respecto al número de niños tampoco existen cifras formales, agrega, “pero de acuerdo con un estimado que hicimos con algunas amistades de la UNAM, serán más de 10 mil”.
Después de su triunfo deportivo, ahora diez de ellos recibirán una beca del gobierno federal —en la que participan cinco instituciones— hasta que terminen una carrera universitaria, más una casa para sus padres.
Como quien dice, los restantes seguirán su vida triqui normal. Una vida que en los últimos años se ha visto afectada, en su región, por la disputa y violencia política, además de la consabida pobreza.
Si bien con la esperanza en sus habilidades para los deportes, pero sin olvidar que, como aclara el mismo Sergio Zúñiga, de acuerdo con estudio del Comité Olímpico Mexicano (COM), 70 por ciento de quienes practican aquéllos en Oaxaca “los abandonan entre los 14 y 15 años, y si vuelven a ellos, lo hacen fuera del Estado”.
Aunque, informa en encuentro con la prensa en el Centro Académico y Cultural San Pablo, se espera que haya continuidad en el proyecto a través de un fideicomiso en el que participen los gobiernos estatal y federal para apoyar a todos los niños con talento.
UTILIZACIÓN MEDIÁTICA
Hace algunos años, en algún torneo de basquetbol de esos que organizan los grandes corporativos, jugaban la final Chihuahua contra Oaxaca. Los comentaristas deportivos de la televisora comercial, aquella cuyo reportero le preguntó recientemente a Alfonso Cuarón si fue difícil filmar en el espacio las escenas de su película “Gravedad”, aceptaban perfectamente que un finalista fuera el equipo del norte, pero estaban extrañadísimos que el otro fuera Oaxaca.
Desconocían —desconocen— que aquél es “el” deporte de infinidad de comunidades oaxaqueñas, que en pueblos como Tilantongo los hermanos Valencia jugaban un basquetbol excelso de nivel nacional, por ejemplo.
Lo anterior se le comenta a Sergio Zúñiga, y luego se le pregunta: ¿no se conoce a Oaxaca en lo deportivo?
—Uno de los factores que más ha afectado a Oaxaca en el deporte es la falta de unión. Los triunfos están muy alejados unos de otros. Y cuando no hay un trabajo verdadero, resulta muy difícil que los niños puedan sobresalir. Además, según un estudio realizado por el COM, en Oaxaca el 70 por ciento de los que cumplen entre 14 y 15 años lo abandonan, y si regresan a él lo hacen fuera del Estado.
—Sólo cuando vienen éxitos es cuando se les reconoce.
—Es una cultura normal en México. Si no triunfamos, nadie nos reconoce. Pero nos están estimulando. Sabemos que tenemos que seguir trabajando más. Todos los días. Yo estoy consciente perfectamente que si no hubiese llegado la ayuda de la señora Mané…
—Otra carencia muy notoria es que no hay la formación integral de los niños: cultura, deporte, alimentación; en la primaria se ha abandonado la educación física en forma.
—Sí, falta más unión, planificar, ahí no me meto.
—¿No le va a hacer daño el éxito a los niños?
—Se les está trabajando con un psicólogo y un terapeuta. Saben cada paso que dan. Están tomando conciencia que si dejan de trabajar les va a afectar a su comunidad y a su vida.
—Ustedes no juntan política y deporte, dice, y eso se entiende perfectamente, pero ante esta cuestión tan mediática en la que se está cayendo con los niños triquis, habrá gente que quiera utilizarlos— se le plantea a Sergio Zúñiga.
—Claro. Y no solamente desde la política, también por parte de las empresas. Pero si la ayuda llega directamente a los niños, sin intermediarios, puede canalizarse adecuadamente.
LECTURA COMO DEPORTE
“Empezamos a jugar en algunos equipos, nos vieron cómo corríamos, cómo saltábamos, se sorprendieron y nos invitaron a un partido de exhibición, y ya”, dice Braulio Merino, jugador del equipo infantil de basquetbol de la región triqui que fue campeón en el IV Festival Mundial de Mini-Baloncesto.
Ahora, tanta es su popularidad, que enfrenta —es un decir— a un equipo de editores, periodistas, escritores y otros voluntarios que organizan y participan en la 33 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO).
En el marco del programa de filantropía “Mi primer encuentro literario” que impulsa la FILO, el enfrentamiento ocurre desde las 17:00 horas de este jueves en el Gimnasio Universitario de la UABJO, ubicado en la esquina del corredor turístico Macedonio Alcalá y Morelos, Centro.
Entre los valientes del equipo de la FILO están, el mismo director general, Guillermo Quijas, Julio Morales, Francisco Hinojosa, Emiliano Monge, Oliverio Coelho, Charly Ramírez, Hernán Ronsino, Carina Pérez, José Eugenio Sánchez, Rodolfo Isaac Sánchez, Efraín Velasco, César Peláez, Pablo Braun, L. M. Oliveira y Juan Carlos Talavera.
Entre los campeones del IV Festival Mundial de Mini-Baloncesto se encuentran: Melquiades Ramírez, Tobías de Jesús y Bernabé de Jesús Martínez.
A través del diseñador Alejandro Magallanes, la FILO preparó uniformes especiales para este encuentro de la lectura como deporte.
