OAXACA, OAX., julio 30.–Para la banda de música Los Niños Héroes los principales enemigos de Oaxaca son la ignorancia, la apatía, el miedo y los políticos, en ese orden.

Los Niños Héroes son músicos que no están casados con un sólo ritmo, sino que diversifican los géneros. Así, lo mismo tocan un danzón que hip hop, que rock, que salsa, que son. Pero…

Sí, les interesa la música, pero más “hacer conciencia entre la gente, dejar el mensaje de lo que pasa en el mundo en la actualidad: en la Franja de Gaza, en Palestina, en la geopolítica de Estados Unidos, en Ucrania, en la pobreza de Oaxaca y el Estado sin ley, en los niños migrantes que se van solos al norte, en la Guelaguetza” incluso.

“Todo ese tipo de ondas” le interesa a Los Niños Héroes, expone en entrevista su vocalista, Ludwig Jacob: “Tratamos de llevar esos mensajes a los oaxaqueños para que se conozcan más las problemáticas diversas, ya que a veces o no les interesa o les da miedo o carecen de la información necesaria porque les falta el dinero para dotarse de los medios” apropiados.

Entonces, “la idea es que, a través de la música, podamos llevar esa información a la gente”.

Aparecieron en los escenarios hace exactamente un año, durante las fiestas de la Guelaguetza. Además de Ludwig Jacob, Los Niños Héroes son: Hugo García, batería; Carlos Ríos, teclado; y Sergio Salas, bajo. Los cuatro nacieron en la zona centro de la ciudad de Oaxaca y los unió la “inquietud de que vivimos en un Estado lleno de marginación y con problemas políticos, sociales y económicos”.

Y “como músicos, juglares y personas sensitivas a lo que pasa, decidimos formar una agrupación político-social, de desmadre, pero, a la vez, de criticar a todos y a nosotros mismos”.

La formación musical de Los Niños Héroes ha sido empírica, en su mayoría, aunque no les ha faltado la academia. “Hemos aprendido –dice Ludwig Jacob– escuchando todo tipo de músicas de otros lugares, del mundo. Yo estudié un tiempo en la Escuela de Bellas Artes de la UABJO, pero no me gustó la estructura de enseñanza. Hugo García es maestro de percusión, estudió en Pachuca, Hidalgo, terminó la licenciatura; Charly es tecladista desde los seis años; y Sergio Salas inició en la adolescencia, de forma empírica, aunque hoy ya empieza a incursionar en la academia”.

–Desde la perspectiva del sentido político de su banda, ¿cuáles dirías que son los principales enemigos de Oaxaca?

–Me parece que el principal enemigo de Oaxaca es la ignorancia. Después vendrían la apatía, el miedo y, hasta el último, los políticos.

–¿Musicalmente es muy difícil plantear ese sentido político, ese mensaje para hacer conciencia?

–Es difícil, sí. Pero no hay que olvidar que Oaxaca es una entidad netamente política. Ahí están los problemas relacionados con la sección 22, los triquis, los grupos político-sociales, gente que vive del gobierno, los medios que dependen totalmente del erario público, las personas a las que todo eso no les interesa porque tienen que subsistir, comer.

“Me parece que es la clase media la que tiene que hacer la reflexión al respecto. Meterse más en los asuntos públicos para tratar de escalar escaños políticos e intentar reformar la situación. No ahorita, sino pensando en los niños de hoy que serán adultos mañana, porque en la actualidad existe un valemadrismo de la gente, lo cual le sirve demasiado a los políticos” para mantener sus intereses y posiciones.

Así, la propuesta de “Los Niños Héroes es tratar de generar esa parte de conciencia para que la gente se meta más a la política”.

–Sería una cuestión de educación, pero los maestros se dedicaron a luchar y a la política y están dejando de educar, ¿cómo ves?

–Oaxaca es una entidad muy difícil, por todos los pueblos indígenas que hay, por la cultura, por las diferentes lenguas, las estructuras económica y política, con una sección 22 súper independiente y radical, un gobernador bastante tibio, políticos del PRI que quieren agandallar: Oaxaca va a volver a ser gobernado por el PRI, y eso lo lamento demasiado”.

Aunque “esperemos que la nueva sangre priista, la banda que ha estudiado, haga algo; aunque sea del PRI, no importa, que trabaje, que efectúe bien las cosas”.

Ludwig Jacob define a la banda Los Niños Héroes como “políticamente incorrecta”. Las letras de sus canciones son totalmente propias, hablan de un abuelo al que no le alcanzó la pensión, de la gente oaxaqueña inmigrante en Estados Unidos que come tomándose una Budweiser, del policía que te agrede en la calle porque eres periodista o moreno y el burócrata que no quiere trabajar.

Tocan lo mismo un danzón que salsa, rock o hip hop. Y no desprecian lo folclórico. De hecho, tienen una canción que es netamente “Flor de piña”, un “son que nos gusta y que prende a la banda oaxaqueña”.

La banda oaxaqueña que asiste a los conciertos de Los Niños Héroes en La Nueva Babel, Okupa, Tutuma, alguna casa de Porfirio Díaz y Matamoros que se vuelve La Gozadera, Zaachila, Miahuatlán, ferias, rancherías, fiestas de diputados o senadores o antros diversos, a escuchar las rolas de su primer disco (gratuito en internet: http://open.spotify.com/artist/4Iq0hourOjs9uoGuzISpDp), “Inservibles para la patria”, más las que conformarán su segunda grabación, aún sin título.