OAXACA, OAX., noviembre 3.−Bajo la consigna de volver al origen, esto es, ser un punto de encuentro para las bibliotecas de la ciudad capital y, en un futuro, de los municipios del Estado, la revista “El Comején” inicia su tercera época con su número 0, septiembre-octubre de 2014.
En la presentación del ejemplar ocurrida el pasado viernes 31 de octubre, Ruth Orozco Hernández, directora de la publicación y de la Biblioteca Pública Central Estatal (BPCE) “Margarita Maza de Juárez”, especificó:
La definición de “El Comején” es la de ser una revista que se produce dentro de la BPCE y que está dirigida a las bibliotecas en general, así como, naturalmente, a bibliotecarios, usuarios y personas interesadas en la lectura.
La publicación, explicó, comenzó como un órgano de difusión y la idea es retomar ese proyecto que planteó el que “El Comején” fuera un punto de encuentro para las bibliotecas de la ciudad, en el entendido que en un futuro se aplicarán estrategias a fin de hacerla llegar a los municipios de Oaxaca.
La revista contiene cuatro tipos de reseñas: de libros antiguos, novedades y adquisiciones recientes de la BPCE, publicaciones infantiles y juveniles y ediciones en otras lenguas, sean nativas de Oaxaca, como las que ya circulan en mixe, o extranjeras: inglés o francés, digamos.
El tema guía del número 0, por cierto, es el de la red de bibliotecas: qué es, por qué impulsarla y cuáles son sus beneficios. El propósito, aclaró Orozco Hernández, es ir cambiando la idea que tenemos sobre una biblioteca, verla como un punto de encuentro de bibliotecarios y usuarios, pero también de asiduos a exposiciones u otras actividades culturales.
La directora de la BPCE informó que en este año se publicará un número más de “El Comején” y que, no obstante que a veces la situación presupuestal resulta complicada, se espera que se le pueda dar continuidad a la publicación.
“El Comején” nació en 2010 como una iniciativa de la biblioteca del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), refirió por su parte Juan Pablo Ruiz Núñez, cuando se creó una nueva sección de ésta en avenida Juárez.
En esa su primera época, se convirtió en un medio cuyo contenido incluía reseñas de adquisiciones recientes y novedades, además de servir para promover el taller literario del escritor Leonardo da Jandra.
Los textos literarios y artículos los escribían, precisamente, los integrantes más activos de ese taller.
Después de tres o cuatro números, esa primera época finalizó y luego de algunos meses y un replanteamiento en cuanto a contenido, formato y alcances, inició una segunda etapa como boletín de la BPCE y de las salas de lectura del Estado.
Ese proyecto buscó romper con el centralismo respectivo de la ciudad capital, al tiempo de plantearse como una publicación que “fuera el reflejo de la labor visible de un programa interinstitucional de fomento a la lectura”.
Se trató de un “plan muy ambicioso” que involucró a la iniciativa privada, instituciones públicas estatales y presupuesto federal bajo el lema “Oaxaca lee” que, sin embargo, “terminó naufragando”.
En esta segunda etapa de “El Comején”, cuando dirigió el proyecto Elisa Ramírez Castañeda, cambió el formato y tuvo sus virtudes, posibilidades y limitaciones; además de que, de alguna manera, se basó en las revistas “El Alcaraván” y “Acervos”, dos antiguas propuestas del artista Francisco Toledo.
Ahora, expuso, Ruiz Núñez, en este otoño cruento, aparece la tercera época de “El Comején” con su número 0 –editado, por cierto, por Guadalupe Ángela y Óscar Tanat−, con lo cual se “enriquece el panorama editorial” oaxaqueño: “en términos deportivos, en el año quedamos 2 a 1”, pues desapareció “El Jolgorio Cultural”, pero renació aquella publicación y nació “Escafandra”.
