EXPRESIONES.- No se trata de defender a nadie ni de hacer leña del árbol caído, tampoco de hacer un recuento de obras o de comparaciones, que siempre son odiosas.
Se trata de equilibrar una realidad que pesa sobre los oaxaqueños y que nos está haciendo vivir en un infierno, supuestamente generado por gobiernos anteriores y por consecuencias de un movimiento magisterial cada vez más obsoleto y fuera de sus objetivos originales.
Si encabezo de esta forma mis Expresiones es porque esa diferencia de desperdicio presupuestario marca con crudeza el pésimo gobierno que estamos viviendo, a guisa de echarle la culpa a gobiernos priistas manipuladores y demagogos, que fortalecieron esquemas de chantaje y presión política que hoy son literalmente mantenidos por el erario estatal como un pretexto para pedir más presupuesto sin hacer ninguna obra de beneficio social que valga la pena.
Siete mil millones de pesos es la deuda pública de Oaxaca, generada en este gobierno bajo el prurito de cumplirle al Magisterio de la Sección 22 del SNTE.
Muchos miles de millones que no han ido a parar del todo a manos de los líderes magisteriales, sino que ha quedado en manos de funcionarios de diferentes periodos gubernamentales que han dirigido el IEEPO y que hoy es una cueva más grande que la de Ali Baba y los 40 ladrones.
Tiene mucha razón el ex Secretario General de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez, cuando expresa que los maestros no tienen por qué cargar con toda la corrupción que existe en el IEEPO y que deben de exigir una auditoría.
El Contador afirma en redes sociales que está convencido de que existen más de 10 mil claves de maestros que no dan clases y que van directamente a la bolsa de Jorge Castillo Díaz, de José Armando Pineda, director de informática del IEEPO y de Nemesio Arturo Ibáñez Aguirre, del área de Finanzas.
Nombres que a muchos no les dirá nada, pero que son en la actualidad los operadores de la debacle financiera que vive Oaxaca y las ratas más ambiciosas de muchos sexenios, porque el comparativo de 600 millones de pesos de deuda de la época de Ulises Ruíz a los 7 mil millones de pesos del presente gobierno de Gabino Cué, es una diferencia que marca la opacidad y corrupción del gobierno actual, que no me explico todavía porque lo denominan como “gobierno del cambio”.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, lunes 11 de mayo de 2015
