OAXACA, OAX., enero 10.- El número de mujeres asesinadas en Oaxaca con la utilización de un arma de fuego supera la media nacional, revelan los resultados del primer informe del Observatorio Nacional de Violencia Armada y Género (OVAG).
En entrevista, Ana María Hernández Cárdenas, integrante de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, dio a conocer que lo anterior habla de la falta de regulación en el uso de armas de fuego, situación que coloca a la mujeres en una mayor vulnerabilidad.
“La situación la consideramos sumamente preocupante, aunque comparado con el 2014, cuando hubieron 109 asesinatos, finalmente no hay una claridad de la situación en términos de acceso a la justicia para quienes fueron privados de la vida”, señaló.
Del mismo modo, dijo que también se han ido multiplicando en términos de delito y de tipo de violencia como la desaparición de mujeres, el incremento de la saña con la que las mujeres fueron privadas de la vida, por ejemplo con el desmembramiento de los cuerpos en algunos casos.
Las mujeres sólo expresan la parte más visible de un entramado grave para las niñas, anotó.
De acuerdo con el informe ciudadano sobre feminicidio, realizado por Consorcio para el Diálogo Parlamentario, de los 109 feminicidios ocurridos en el 2014, 56 fueron con arma de fuego; es decir, el 51 por ciento, lo que implica que cinco de cada 100 y por lo menos dos de éstos fueron cometidos dentro del hogar.
A nivel nacional, en seis años más de 1 mil 900 mujeres y niñas fueron asesinadas de forma violenta y casi la mitad de ellas con armas de fuego.
“Hay un foco en Oaxaca. Es uno de los estados donde más mujeres han sido asesinadas con armas de fuego en los últimos años. Eso nos habla de varias cosas. Nos habla del uso de las ramas por un lado y de la falta de regulación y del aumento de la saña”, puntualizó Hernández Cárdenas.
Esto ubica a nuestro país, junto con otras nueve naciones latinoamericanas, entre los 25 países con la mayor tasa de feminicidios del mundo y en el “top ten” de los que se cometen con disparos de armas, señala el estudio denominado “Carga global de la violencia armada 2015. Cada cuerpo cuenta”.
