OAXACA, OAX., mayo 29.- A Oscar Cruz Cruz le ejecutaron ayer orden de aprehensión en calidad de presunto responsable del delito de abuso sexual agravado en perjuicio de una niña de seis años. El adulto intentó darse a la fuga imprimiendo máxima velocidad a su camioneta Ford, tipo Ranger; avanzó por veredas, calles y barrios del municipio Soledad, Etla, sin embargo no logró escaparse, lo impidieron policías de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), del grupo Delitos Sexuales.

Los investigadores ya estaban colocados estratégicamente afuera de su domicilio, en calle Las Flores, sin número. Eran las 7:30 horas; a esa hora el acusado, de 28 años, acostumbraba a salir a su trabajo especializado en el oficio de vidriero.

Y así ocurrió. Tras subir a su camioneta fue abordado por la policía los cuales, después de identificarse, no pudieran evitar que se diera a la fuga. Los investigadores fueron tras él y luego de 10 minutos de acción, la persecución terminó cuando el prófugo se impactó contra un vehículo de uso particular en la calle principal.

A Oscar Cruz lo acusan por hacer de las suyas contra una menor de edad, a la cual asegurándole que se trataba de un juego, la besó en el cuello por lo que le dejó dos marcas, además de un manejo de manos corporalmente sobre la menor.

En esta historia en donde los nombres de las víctimas no se mencionan por razones estrictas de respeto, el papá de la niña presentó la denuncia correspondiente ante el agente del Ministerio Público.

Narró que la incómoda situación para la victima ocurrió el 25 de abril de 2012; sucedió en la casa propiedad de la nueva pareja sentimental de su ex esposa. Explicó que se dieron cuenta tres días después de los hechos, cuando la niña llegó al domicilio paterno con el fin de pasar el fin de semana, tal como quedó asentado en el documentó de separación conyugal.

La abuelita descubrió las marcas en el cuello de la nieta. La menor de edad respondió, llorando confesó su pesadilla. Explicó que en donde viven no tienen servicio de energía eléctrica. Con velas alumbran y que la oscuridad le causa miedo a ella y a su hermana de cuatro años. Por ello duermen en una misma cama los cuatro. Descansan en medio de la mamá y el padrastro.

Lo grave en la narración y lo que provocó mayor ira en el padre de familia fue cuando la niña agregó que la mamá vio lo que estaba sucediendo y no dijo algo, no la defendió, guardó silencio y permitió al detenido hacer de las suyas en el cuerpo de la menor.