OAXACA, OAX., abril 6.- “No seré interlocutor o arbitro de personas que están en pleito”, afirmó el arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, luego de que maestros de la disidente Sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la educación (SNTE) lo buscaron este fin de semana para que los ayudara a encontrar una solución al problema educativo en Oaxaca.

En conferencia de prensa, el jerarca católico argumentó que la Iglesia puede ayudar a pensar en lo fundamental, pero no puede ser árbitro o interlocutor, pues aseguró que el mismo Señor (Jesús) expresó: ¿quién me ha designado a mí como juez?

En este sentido, explicó que muchos sectores se han acercado a la Iglesia en busca de ayuda; sin embargo, ésta sólo puede orientar y hacer reflexionar, por lo que insistió en que nunca será interlocutor entre grupos que estén relacionados con la violencia, pero sí llamó a revisar las posturas en torno a la educación, ya que no se puede exigir algo si se daña a otros.

Chávez Botello reveló que a mediados de esta semana la directiva de la Sección 59 del SNTE le entregará documentos para que conozca más sobre la problemática por la que atraviesan los maestros adheridos a dicho sindicato, por lo que afirmó: “si están dando clases, si están trabajando bien, yo creo que por justicia les deben dar su sueldo y no retardarlos”.

Aclarí que no sólo debe ser para la Sección 59, sino para todos los maestros, sea cual sea su afiliación, y enfatizó que “la exigencia sea sin dañar a nadie”.

Y es que a su parecer, “hoy no se está educando para servir, sino para obtener más que otros”. Lamentó que en la actualidad se estén formando personas egoístas, que “sólo buscan cargos no para ayudar sino para servirse”.

Ante ello, exhortó a revisar las posturas en torno a la educación.

El jueves pasado, los dirigentes de la disidente Sección 59 del SNTE sostuvo una reunión con el arzobispo José Luis Chávez Botello, a quien solicitaron ayuda para buscar una solución al conflicto que prevalece con el Gobierno estatal respecto a la retención de salarios y documentos oficiales de los estudiantes a quienes les imparten clases, así como con la poderosa Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ante la recuperación violenta de escuelas en poder de éstos.