OAXACA, OAX., octubre 9.- Una vez elegido como presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el diputado federal Carol Antonio Altamirano lanzó dos llamados urgentes a las tribus del instituto político que intentará gobernar:
Blindar el proceso de selección de candidatos y la designación de servidores públicos para no dar paso a otro José Luis Abarca, y contribuir al cambio profundo que requiere Oaxaca porque la alternancia se quedó corta por los pocos resultados del gobierno aliancista de Gabino Cué Monteagudo.
La noche del sábado pasado, el actual diputado federal fue electo como el sucesor de Rey Morales Sánchez, con 151 votos de los consejeros estatales.
Le acompaña en la Secretaría General del partido del sol azteca el polémico ex candidato a presidente municipal por el Partido Unidad Popular (PUP) y también diputado federal perredista, Hugo Jarquín.
Pactos y negociaciones entre la mayoritaria Unión Campesina Democrática (UCD), que lidera Amador Jara Cruz, y tribus minoritarias como el Frente por la Democracia y el Desarrollo (FDD), del diputado local plurinominal Anselmo Ortiz García; Izquierda Democrática Nacional (IDN), de Hugo Jarquín; los Cívicos, del ex edil de Xoxocotlán, José Julio Antonio Aquino; Nueva Izquierda (NI) del controvertido Raymundo Carmona Laredo, y el grupo de Pedro Silva Salazar, dejaron en el camino a Jesús Romero López y al diputado federal Rosendo Serrano Toledo.
SE AGRUPAN MINORÍAS Y PLANCHAN A ROMERO
De la mano de los grupos minoritarios Amador Jara dejó en el camino a Romero López, en un claro mensaje de rechazo a la figura del senador de la República, el neo perredista Benjamín Robles Montoya, quien es aliado del ex diputado local, para ganar espacios en el ajedrez político.
Consejeros perredistas consultados revelaron que contra la aspiración de Romero López operó Jorge Castillo Díaz, señalado como el operador político y financiero del gobernador Gabino Cué Monteagudo.
Dijeron que cual capo Castillo Díaz ordenó no dejar pasar a Romero López por significar un “posicionamiento” de Robles Montoya. “El rechazo no era contra Jesús; es contra Robles Montoya; nos pidió apoyar a Carol”, confiaron a este reportero.
En el camino de la presidencia del CDE del PRD se quedó también el presidente municipal de Loma Bonita, Felipe Reyes.
Así, la presidencia de la Mesa Directiva del PRD se pactó para el cuestionado Raymundo Carmona Laredo, actual edil de San Pedro Pochutla; otro beneficiario fue el diputado plurinominal ex Tesorero del Congreso del Estado, Anselmo Ortiz García, quien fue designado como vicepresidente de la Mesa Directiva.
Pasadas la 1:30 de la madrugada de este domingo 9 de noviembre de 2014, una vez elegido como dirigente, Carol Antonio Altamirano envió su primer mensaje desde un hotel ubicado al norte de la Ciudad.
Ahí, frente a los representantes de todas las tribus amarillas, llamó a la unidad. Dijo que el reto para tener éxito político será trabajar juntos y con fuerza hacia el 2015, para las elecciones federales intermedias.
Convocó a construir un PRD cercano a la gente, que pueda ganar la confianza de los ciudadanos todos los días y poner al partido en sintonía con los reclamos sociales.
LA RELACIÓN CON CUÉ NO PUEDE SER DE INCONDICIONALES
Y el legislador federal, exhibido en grabaciones filtradas como complaciente con Jorge Castillo Díaz, fijo su posicionamiento respecto a la relación que el PRD tendrá con el Gobierno del Estado.
Sin más seguridad que sus palabras, dijo que la relación del PRD con la administración del gobernador Cué Monteagudo “no puede ser de incondicionales” (sic).
Antonio Altamirano demandó un trato serio, respetuoso. “En esta relación ni sumisión, ni confrontación. A la dirigencia estatal del PRD la motiva la cooperación, pero es una responsabilidad compartida”, dijo (sic).
Señaló también que una vez iniciado el proceso electoral federal 2014-2015, “el adversario a derrotar es el proyecto político del PRI”, por lo que “el PRD tiene que prepararse y trabajar para ganar. Somos la principal fuerza política y se tiene que hacer presente”.
En medio de la convulsión social por el caso de los 43 normalistas desparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, dijo que “el país es otro y nosotros también”.
En un ejercicio autocrítico, admitió que el PRD reaccionó de manera tardía, y “ahora el partido tiene que acompañar a los dirigentes sociales. Se tiene que combatir la corrupción. Estamos obligados a blindar el proceso de selección de candidatos y los procesos de designación de servidores públicos; nunca más un Abarca”, llamó.
Prometió que revisarán “con lupa” los perfiles y trayectoria de quienes aspiren a integrar un puesto en la directiva y de representación popular, a través de los procesos electorales.
Ya encarrilado, señaló que para el PRD la alternancia en Oaxaca ha quedado corta por los cortos resultados y “el reto será contribuir para lograr el cambio profundo que requiere Oaxaca”.
Lo mismo, llamó a evitar el regreso del autoritarismo en Oaxaca a través del PRI, e insistió en que la coyuntura nacional y los pocos resultados de la alternancia exigen asumir compromisos claros, de cara la sociedad.
A su juicio, el PRD está llamado a convertirse en un partido moderno, incluyente y solamente con todas las expresiones habrá un partido ganador, porque dividido no se puede transformar.
“Debemos lograr el cambio profundo que todavía está pendiente en Oaxaca. Unidad para ganar el 2015 y ganar el gobierno en el 2016”, sentenció.
Antonio Altamirano culminó su discurso en medio de un evidente cansancio de los miembros de las tribus perredistas, agotadas y exhaustas por lo prologando y estresante de sus negociaciones para acordar sin mayores aspavientos lo que será la “nueva era” del perredismo oaxaqueño.
