Diez tendencias de mercadotecnia 2025
Abanico
– Ivette Estrada
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San Cristóbal de la Casas es un abanico excepcionalLeer más »
Es un pequeño museo tiene por finalidad difundir las prácticas medicinales de los mayas chiapanecos que recorre las ancestrales prácticas curativas empleadas por los chamanes indios y se pasea por distintos rituales en torno al trabajo de los fisioterapeutas tradicionales o hueseros, parteras, yerbateros y pulsadores.
Ellos realizan diagnósticos con base a sus conocimientos del pulso humano. El museo también cuenta con un huerto de plantas medicinales y una tienda de productos medicinales seculares.
Este museo está situado en el Barrio El Cerrillo y opera en los antiguos claustros del ex convento de Santo Domingo de Guzmán. El espacio museístico abrió sus puertas en 1984 y alberga obras de arte realizadas entre los siglos XVII y XX.
Cuenta con una sala de arqueología en la que se exhibe una colección de piezas, entre las que destacan los textiles prehispánicos. El museo también aborda temas como el proceso de conquista de Chiapas, la fundación de la Ciudad Real y la resistencia indígena.
Explica el paganismo indígena y el proceso de evangelización encabezado por la orden dominica, y los procesos manufactureros durante la época colonial.
El Foro Cultural Kinok es el gran espacio para el cine independiente en San Cristóbal de las Casas. Cuenta con un enorme inventario de películas antiguas, cortometrajes, documentales y algunas cintas comerciales, que se exhiben según una cartelera semanal.
También hay salas privadas para ver películas a elección del público. El lugar, situado en Belisario Domínguez 5-A, es muy agradable y ofrece exposiciones de arte, espacios para sentarse tranquilamente a leer.
La cascada de El Chiflón es un conjunto de caídas de agua al que se accede a través de un rústico camino en escalera, con miradores para admirar las caídas de agua y tomar magníficas fotos.
Las principales cascadas son Velo de Novia, cuya altura es de unos cien metros, el Arcoíris y La Quinceañera. La corriente forma deliciosas pozas ideales para darse un refrescante baño.
En el mirador más cercano al agua es posible disfrutar de una llovizna generada por la cascada. El sitio es un centro ecoturístico que ofrece algunas facilidades como módulo de información, restaurante y tiendas.
El Parque Ecoturístico El Arcotete es un lugar de exuberante vegetación y variada fauna, está situado a poca distancia de San Cristóbal de las Casas por la vía hacia Tenejapa.
Cuenta con varias cavernas cuyas paredes alcanzan los 40 metros y formaciones calcáreas como estalactitas y estalagmitas, algunas parecidas a enormes huesos.
Las paredes son utilizadas por los entusiastas de la escalada, mientras que desde el extremo del arco se puede hacer rapel. También hay tirolesa y rutas para ciclismo de montaña.
El autobús de madera llamado El Coleto es un tranvía turístico de madera que hace recorridos por un circuito de la ciudad a un económico precio. El recorrido dura entre 50 minutos y una hora, dependiendo del tráfico.
Pasa cerca de los principales atractivos del Pueblo Mágico. En el trayecto va ofreciendo información sobre los sitios de interés. Parte de la Avenida Insurgentes y opera los 7 días de la semana en horarios de 10 AM a 1 PM y de 4 PM a 7 PM. Niños y estudiantes tienen precios preferenciales.
De Malinalco, otro Pueblo Mágico, impresionan sus cerros de paredes verticales y su atmósfera mística y relajada. Sus casas antiguas hoy son ocupadas por hoteles boutique. Casa Limón o Paradise Lounge son nuestras recomendaciones para un fin de semana.
Abundan las tiendas de decoración, galerías de arte y joyería hippie. Dicen que es un gran centro energético; por ello, hay varios centros holísticos que ofrecen clases de meditación y yoga.
En la plaza central, no dejemos de probar los tacos de cecina y de obispo, y reservemos una mesa para pasar una tarde en la terraza del restaurante Los Placeres.
Visitar la zona arqueológica de Cuauhtinchán, con su estructura piramidal tallada en la roca, y el templo agustino que conserva en muy buen estado sus murales del siglo XVI es una necesidad. El convento aún es habitado por monjes. Del 9 al 11 de noviembre se realizará el Festival Cultural Malinalco.
Un lugar que estamos obligados a visitar es el sitio arqueológico de Cuauhtinchán, en lo alto de un cerro. Uno de sus edificios más importantes es la "Casa de las Águilas", un conjunto que era escuela de guerreros aztecas.
Otra maravilla de arte de este lugar son las pinturas rupestres de "Los diablitos y "El coyotito rojo" que están en una montaña con forma de rostro humano.
En Metepec, los maestros artesanos son los que hacen brillar a este pueblo, famoso por la elaboración de los “árboles de la vida” cuyos orígenes de la artesanía se remontan a la Conquista para evangelizar a las comunidades indígenas.
La pieza se elabora en barro y en ella se van narrando historias: puede ser el Génesis de la Biblia o las tradiciones y costumbres del pueblo, como las bodas. En el árbol se plasma cómo la novia sale de su casa, acompañada por una banda de música; también incluye al novio y lo que acontece con los invitados y el jolgorio.
En Metepec no se deje de visitar los vitrales de la iglesia dedicada a la Virgen de los Dolores y el Mercado de Artesanías, donde encontrarás botellas de “garañona”, bebida fermentada con aguardiente y hierbas.
En San Martín de las Pirámides no todos los caminos cercanos a la zona arqueológica de Teotihuacán llevan a las pirámides del Sol y la Luna, que conservan las pinturas creadas por la cultura teotihuacana.
Ese mismo recorrido lleva a los talleres de obsidiana y ónix y a las fábricas donde el nopal y las tunas se transforman en licores, mermeladas y otros dulces. Cada 11 de noviembre se realiza la danza de los “Moros y cristianos” (sus habitantes se pintan completamente de negro) para celebrar a San Martín Obispo.
El Cerro Gordo es un Parque Estatal con grutas: ofrece visitas guiadas, caminatas, ciclismo de montaña y cabalgatas., en espera de agosto en que se celebra la Feria Nacional de la Tuna.
La lista de lugares por conocer en esta población que antiguamente se llamó Jovel es interminable y sus habitantes, los coletos o sancristobalenses, nunca dejan de recomendar atractivos imperdibles, a los que se debe apostar, pues siempre fascinarán.
Esta historia podemos iniciarla en el museo Na Bolom, creado a mediados del siglo pasado dos extranjeros enamorados de México fundaron esa organización: Frans Blom y su esposa, la fotógrafa Gertrude Duby, restauraron una casa construida en 1891 y reunieron una colección inigualable de objetos que retratan la cultura de las etnias originarias de los Altos de Chiapas y los lacandones.
Ahí quisieron exhibir imágenes, utensilios cotidianos, piezas arqueológicas y textiles, en uno de cuyos recintos se resguardan 55 mil fotografías, un centro cultural inigualable cercano a la Catedral de San Cristóbal.
Sigue el Museo del Ámbar de Chiapas, que tiene denominación de origen por su extracción, significado y usos, sin que se olvide ver las piezas transparentes que encierran insectos petrificados
El Museo del Cacao está a cinco minutos de la catedral, tiene una fábrica artesanal y ofrece deliciosas degustaciones de bebidas, dulces y platillos salados con chocolate
A 25 minutos en auto desde el centro, se ubica El Arcotete, un parque ecoturístico que oculta un conjunto de grutas con bóvedas de hasta 30 metros de altura, primera parada de un emocionante paseo en bicicleta por el bosque.
En el camino también se conoce una serie de molinos que datan del siglo XVIII al XIX, donde se procesaba trigo, en una experiencia que toma entre cuatro y seis horas, y requiere una buena condición física.
Las grutas de Rancho Nuevo son las más famosas de la región y forman parte de un centro ecoturístico, descubiertas a mediados del siglo pasado con 550 metros de profundidad en un recorrido se divide en dos: en la primera parte se puede ver perfectamente el sendero delimitado y las extrañas formaciones de la cueva, mientras que en el último tramo no hay iluminación
La mejor selección culinaria está en “Nuestras Raíces”, recomendación del historiador Miguel Ángel Muñoz, quien administra el restaurante que se aloja en una construcción del siglo XIX.
Está enteramente dedicado a la gastronomía coleta, es decir, la cocina originada en San Cristóbal como mezcla de las tradiciones prehispánicas y españolas, que tiene en la sopa de pan es uno de los platillos típicos.
Tierra y Cielo está a cargo de Agustín López, encargado de ventas y reservaciones del Sereno Art Hotel, propiedad de la chef Martha Zepeda, famosa por sus menús de degustación con lo más representativo de la cocina regional, como el mole coleto y la sopa de chipilín.
La calle Real de Guadalupe o Andador Eclesiástico es una de las más transitadas de San Cristóbal de las Casas, pasa justo enfrente de la catedral, y en sus locales hay joyería en ámbar, artesanías hechas de metal y textiles.
En suma, como lo han dicho diversos visitantes, San Cristóbal de Las Casas es una de las Ciudades históricamente más hermosas del mundo, reconocida como Pueblo Mágico, cuya riqueza radica en su diversidad étnica y tradición colonial.
La vieja Jovel muestra así sus tesoros arquitectónicos en diversas edificaciones de los siglos XVI, XVII y XVIII, como podremos verlos, estudiarlos, revisarlos, analizarlos y admirarlos de aquí en adelante, al detalle en esta serie semanal sobre los sancristobalenses y sus legítimos orgullos.
Los sancristobalenses no han terminado de ponerse de acuerdo respecto a cómo llamar a la plaza principal de la ciudad, ya que le dicen Zócalo, Plaza 31 de Marzo, Plaza Central y Parque Vicente Espinosa.
En todo caso, es uno de los centros vitales del Pueblo Mágico y los lugareños acuden a caminar por sus senderos y a sentarse a pasar el rato y a charlar en sus bancas de hierro forjado.
Al atardecer, los músicos tocan para los lugareños y visitantes que se congregan alrededor del kiosco situado en el centro del zócalo. En un costado de la plaza está la catedral y en otro el Palacio Municipal, de dos plantas terminada en 1895, fue erigida en el mismo lugar en el que estaba emplazado el viejo edificio incendiado en 1863 durante la guerra entre republicanos e imperialistas.
La extensa fachada, que ocupa todo el costado oeste del zócalo, tiene elementos toscanos y dóricos romanos en la planta baja, que cuenta con 17 arcadas, mientras que en la planta alta sobresale el jónico. Fue diseñado por Carlos Zacarías Flores, notable ingeniero neoclásico de San Cristóbal de las Casas.
Entre el 1 y el 2 de enero de 1994, el Palacio Municipal fue ocupado por indígenas armados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en la denominada toma de San Cristóbal de las Casas.
Esta interesante muestra museística que funciona en la segunda planta del edificio del Restaurante Nuestras Raíces, está dirigida especialmente a niños y jóvenes y hace un recorrido por la forma en la que llegaron a San Cristóbal de las Casas varios adelantos de distintas épocas, como el primer periódico, la primera bicicleta y el primer automóvil.
También exhibe valiosas piezas de tecnologías que en su momento fueron lo máximo, como un fonógrafo de Edison de 1906 que todavía reproduce música, una máquina de coser de 1914 y algunos de los primeros billetes del Banco de Chiapas.
Sobre el atractivo del Museo del Ámbar, puede decirse que ese material es a la vez una dura resina fósil de las coníferas y una gema semipreciosa emblemática de Chiapas. Con ámbar, los artistas y artesanos chiapanecos han confeccionado por siglos joyas y tallas de distinta naturaleza, primero como piezas para la indumentaria personal y ofrendas ceremoniales, y luego también como objetos de interés comercial y turístico.
El Museo del Ámbar es el único del continente en su tipo y uno de los muy pocos del mundo. Exhibe más de 300 piezas y cuenta la historia de la resina, el método de extracción, los principales yacimientos y sus principales usos, tanto en la época precolombina como en la actualidad
Por su parte, el jade es una roca ornamental que se viene utilizando desde hace más de 5 mil años para fabricar utensilios y adornos. Para varias civilizaciones prehispánicas mesoamericanas, el jade era la «piedra de la creación» y llegó a ser más valorado que el oro.
El museo funciona en la Casa del Jade, que cuenta con talleres de tallado que trabajan con rocas procedentes de las montañas de Chalchihuitan y de la cuenca del río Motagua, en Guatemala, que es uno de los yacimientos de jade más importantes del mundo.
En las cuatro salas del museo se exponen piezas talladas por distintas culturas, como olmecas, zapotecas, aztecas y toltecas.
Sergio Castro Martínez es un agrónomo y veterinario radicado en San Cristóbal de las Casas, que ha dedicado buena parte de su vida a prestar asistencia humanitaria a los indígenas.
Además de idiomas europeos, habla tres lenguas indígenas mexicanas y ha desarrollado una fructífera y desinteresada interacción con los indios chiapanecos. En agradecimiento, los indígenas le han reglado trajes, atuendos ceremoniales, máscaras, estatuillas, piezas decorativas y herramientas, objetos que son exhibidos en el Museo de Trajes Regionales. Los ingresos del museo son reinvertidos en obras sociales.
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